lunes, 1 de agosto de 2016

Consejos prácticos

Consejos prácticos (julio 2016)

Rusia

Documentación

Para entrar en Rusia hace falta un visado, nosotros lo tramitamos mediante un mensajero en la Central de visados de Barcelona. Hay que  tener claro cuando se entra y se sale del país, rellenar un impreso online con las ciudades donde se pernoctará y otros datos personales y adjuntar el pasaporte, dos fotos, una carta de invitación (hay empresas que las hacen online) y un seguro médico. En la página Rusalia está explicado el proceso con mucho detalle.

Toda la documentación se puede entregar y recoger mediante servicio de mensajería, por lo que no es necesario desplazarte a Madrid o Barcelona para tramitar el visado.

Es necesario un registro de pernoctación si se va a estar más de 7 días laborables, en teoría lo realiza el hotel o el dueño del apartamento donde te alojas, pero te cobran por ello entre 10 y 20 € por persona. La verdad es que no fuimos capaces de aclarar con nadie como funciona exactamente el tema del registro de pernoctación y qué pasa si al salir del país no lo tienes en regla.

Durante todo el viaje uno de nosotros llevaba encima los pasaportes y otro una fotocopia, te recomiendan enseñar la fotocopia si te para un policía por la calle. Nosotros no tuvimos ningún problema y sólo nos pidieron los pasaportes en varios museos para comprobar que nuestros hijos tenían menos de 18 años y vendernos la entrada de estudiante para ellos.

Idioma

Si se viaja por libre es imprescindible al menos conocer el alfabeto ruso y saberlo leer. En la mayoría de ciudades todo está escrito en alfabeto ruso, los carteles del metro, de las carreteras, los letreros de las tiendas… apenas nadie sabe inglés y  los que sólo saben ruso muestran a menudo un gran desinterés por comunicarse con cualquiera que no hable su idioma. Edgar sabe un poco de ruso y gracias a él pudimos comprar entradas, averiguar en el super si el agua era con o sin gas, orientarnos en el metro, saber en que cola del museo nos teníamos que colocar…

Dinero

En muchos sitios no admiten tarjetas, algunos museos, taquillas del metro, autobuses o restaurantes pequeños. Nosotros sacamos dinero en cajeros automáticos un par de veces a un cambio bastante aceptable.
Nos hemos dado cuenta que sale más a cuenta sacar efectivo de los cajeros en el país que comprar divisas en el banco desde casa.
Al sacar en cajeros se aplica una comisión del banco pero puedes conseguir que te la quiten si reclamas al volver a casa y el valor del cambio siempre es más favorable. En las oficinas de cambio, no comission, los cambios suelen ser muy desfavorables.

Internet

Al llegar al aeropuerto compramos una tarjeta de internet ilimitado durante 30 días por 10 euros. Hay muchas compañías que ofrecen este servicio y tiendas en las calles principales, estaciones y aeropuertos. En Rusalia también podeis encontrar una lista de las principales compañias de internet. La tarjeta la instalamos en el iPad y entonces compartíamos por Wifi la conexión a internet con todos nuestros otros cacharritos.

Comer, beber

Encontramos información sobre que no se podía beber el agua del grifo, así que comprábamos siempre agua embotellada.

En el centro turístico de las ciudades comer puede costar lo mismo que en Europa, pero en general la comida en un poco más barata que aquí. A nosotros nos gustó mucho la cadena de comida rápida Teremok, donde sirven blinis, ensaladas, sopas, pasta… y en la que se come bien por unos 6 euros por persona. Vuelvo a recomendar Rusalia para ver un detallado listado de lugares donde comer.

Transportes

El metro, la gasolina, los taxis y los autobuses son muy baratos.
En Moscú se puede comprar una tarjeta multiviajes que se puede compartir entre varias personas, nosotros compramos una de 40 viajes y la usábamos los 4. En San Petersburgo las targetas de metro son individuales, compramos una de 10 viajes para cada uno, pero la ciudad es pequeña y como estábamos alojados en el centro nos sobraron trayectos.
En Moscú, una ciudad de 12 millones de habitantes con una red de metro muy completa, los convoyes, que siempre van llenos, pasan cada 1 o 2 minutos, por lo que no vale la pena correr cuando oyes que tu tren se acerca a la estación, pues enseguida llega otro. En los edificos de las estaciones de metro hay puertas sólo de entrada y otras sólo de salida.

Para viajar en tren lo más barato en comprar los billetes sin intermediarios, directamente en la página web de los ferrocarriles rusos . Hay que saber que no se pueden adquirir con más de 60 días de antelación.
La página también está en inglés y sólo hace falta fijarse bien en los diferentes tipos de billetes, sentado o litera, y la clase (primera, segunda o tercera). Nosotros hicimos un trayecto nocturno en litera de Moscú a San Petersburgo y otro diurno de San Petersburgo a Tallin. Nuestra experiencia nos dice que los trenes son extremadamente puntuales.

Museos

Si se viaja en verano para evitar colas es práctico llevar las entradas compradas por internet.

Kremlim y museo de la armería del kremlim: nosotros no compramos las entradas previamente pues la entrada gratuita para menores de 16 años no era posible adquirirla en la página web. Tuvimos que hacer una cola larguísima dos veces, ya que las entradas de la armería sólo las venden durante 45 minutos 4 veces al día y cuando han pasado los 45 minutos, independientemente de cuanta gente haya esperando, cierran la taquilla y hasta dos horas después no lo vuelven a abrir.

Hermitage de San Petersburgo: es una visita imprescindible, no sólo por la colección de obras de arte, sino que simplemente ver el edificio, que había sido el palacio de invierno de los zares ya es un espectáculo.
Adquirimos las entradas online, aquí si que puedes comprar las entradas de adulto y adjuntar en la misma entrada las gratuitas para menores de 18 años (máximo dos por cada entrada de adulto). Además, los visitantes con entrada online acceden por una puerta diferente al edificio ahorrándose las enormes colas que hay siempre. No hace falta especificar el día de la visita, son válidas para los 6 meses siguientes de la compra.

En Rusalia encontrareis un paso a paso muy bien explicado de cómo comprar en la web.
Una cosa importante a tener en cuenta es que la web del museo tiene versión inglesa y rusa, pero las entradas compradas en la versión inglesa cuestan el doble que si seleccionas el idioma ruso. ¡!!! así que lo mejor es abrir las dos páginas simultáneas para entender qué pone y comprarlas en idioma ruso.

Tsarskoe selo: palacio de verano de los zares a 25 km de San Petersburgo.
Nosotros no compramos las entradas con anterioridad, pero al llegar allí vimos que era tan larga la cola de las personas con entrada online como la de los visitantes que tenían que comprar la entrada al momento. Incovenientes de viajar en verano. Ha sido el sitio donde más cola hemos hecho de todo el viaje. También es importante no ir el día en que el Hermitage o Petrodvorest (Peterhof) estén cerrados.
En las principales calles de San Petersburgo hay vendedores ambulantes de excursiones a este palacio o al de Peterhof, pero la visita se puede hacer mucho más barata por libre, ya que el billete de autobús sólo cuesta el equivalente a medio euro desde la plaza que hay junto a la parada de metro de Moskovskaya, al sur de la ciudad, cerca del Palacio de los Soviets (no en la que está junto a la estación de tren a Moscú que se llama Moskovskii) .
Para llegar a este palacio hay varios minibuses que hacen el recorrido y salen cada 10 minutos. Los buses 187,287,347a y 545 te llevan hasta Pushkin, la ciudad situada a unos 25 km de Sant Petersburgo donde está el palacio y el billete se compra en el mismo bus. Repetimos, salen cerca del Palacio de los Soviets, al lado de la estación de metro de Moscovskaya (no Moskovskii la que está al lado del tren a Moscú).


Estonia, Letonia, Lituania

Son paises de la Unión Europea donde usan el euro, prácticamente todo el mundo habla inglés y aunque se nota la influencia de la época en que estuvieron bajo la dominación soviética, el modo de vida es muy parecido al nuestro, por lo que es fácil recorrerlos.

Documentación

Al ser paises de la UE sólo hace falta el DNI en vigor para moverte por ellos. Con la tarjeta sanitaria europea que se obtiene en la Seguridad Social se tiene la asistencia médica garantizada

Alojamiento

La mayoría de las noches hemos dormido en apartamentos alquilados con Airbnb o Booking. Los edificios en los que nos hemos alojado son bloques de apartamentos de la época soviética, en ninguno de ellos había ascensor, los portales y las escaleras no están muy bien cuidados pero todos los apartamentos, por dentro, estaban reformados y impecables.
En las zonas rurales alejadas de las tres capitales es difícil encontrar hoteles y apartamentos y lo que se encuentra son cabañas tipo bungalow, nosotros hemos dormido 3 cabañas y en una Guest House y en todas ellas el alojamiento ha sido confortable.

Comer, beber

El agua del grifo es potable y tiene buen sabor. En los lugares más turísticos los precios son similares a los de España, pero en cuanto te alejas de las zonas céntricas ves que el nivel de precios es bastante más bajo.

Nosotros hemos comido en muchos sitios por entre 6 y 10 € por persona. Si pides el menú del día  y así compruebas cómo se come realmente en estos paises, es realmente barato, aunque a veces te encuentras con sorpresas como que las bebida que acompaña a las lentejas es un vaso de leche blanca.

El desayuno lo hacíamos siempre en los apartamentos o cabañas que habíamos alquilado, y la cena algunas veces.

La compra la hacíamos siempre en la cadena de supermercados Rimi, en su página web hay un mapa con localizador de establecimientos por lo que siempre sabes cual es el más cercano. Los días en que a la hora de la comida nos íbamos a encontrar en algún parque natural o en alguna zona poco poblada, como era casi imposible encontrar un lugar donde comer, comprábamos comida ya cocinada en Rimi (todos los supers tienen esta sección) y por unos 12 euros comíamos los 4.

Lo más caro del país es el agua en los restaurantes, es totalmente desproporcionado su precio con el nivel de vida del país, te pueden cobrar hasta 3 € por una botella de 33 cl. En muchos restaurantes podías pedir una jarra de agua del grifo que acompañaban con rodajas de limón o hojas de menta a un precio más asequible, normalmente a 1 € el litro.


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