miércoles, 12 de julio de 2017

Prejmer, Brasov y Magura


¡Vaya día ! Allí donde llegábamos estaba lloviendo.

Cetatea Rupea. Fortaleza de Rupea

La iglesia fortificada de Prejmer es la más sorprendente y original de todas las que hemos visto. Construida en el S.XIII,  la muralla que rodea la iglesia tiene 272 pequeñas celdas que permitían albergar a toda la población en caso de ataque o asedio.

martes, 11 de julio de 2017

Biertan y Sighisoara

Cuando pensábamos que las sorpresas se habían acabado ya en este viaje porque ya estábamos en la zona más turística del país, el día nos ha deparado unas cuantas.

Al norte de los Cárpatos existe una zona que fue colonizada por los sajones en el S XII cuando el rey Húngaro Géza II invitó los sajones a instalarse en la región. La mayoría llegaron desde la Alemania occidental y a partir del S.XV ante la amenaza de invasiones turcas fortificaron las poblaciones y las iglesias.

Ayer, en Sibiu, ya nos dimos cuenta de que la arquitectura era muy parecida a la de las ciudades alemanas y austriacas.

Hemos tomado una carretera secundaria para ir de Sibiu a Biertan pasando por Hosman, Alțâna, Agnita y, por error, por Ruja. Hileras de casas de colores se alinean a lo largo de la carretera en todos los pueblos de la región. La mayoría tienen tejados a cuatro aguas con tejas redondas, tres ventanas en la fachada y un gran portón que es la entrada al patio interior, que comunica con el granero de la parte posterior de la casa.

En muchos de estos pueblos hay un gran porcentaje de población gitana ya que el valle quedó prácticamente despoblado hace unos años y ellos se asentaron en los pueblos vacíos. Hasta ahora apenas habíamos visto habitantes de esta etnia.

El primer pueblo en que hemos parado ha sido el de Alțâna, en el que hemos realizado una visita a la oficina de correos. El empleado buscaba los sellos dentro de una libreta junto al cenicero lleno de colillas de haber pasado la mañana fumando en la oficina.

La iglesia fortificada estaba cerrada y sólo la hemos podido ver por fuera, pero nos hemos hecho una idea de la estructura: una galería cubierta dentro de la cual están las empinadas escaleras que conducen a la iglesia y una muralla que rodea todo el recinto.

Iglesia fortificada de Alțâna

Viscri

Viscri es una visita imprescindible.
Se accede por una  carretera de 7 km a trozos sin asfaltar y con enormes agujeros en los trozos asfaltados. Pero enormes de verdad, que como se te meta un neumático no sales de allí.

Pero el accidentado camino ha merecido la pena. En un entorno totalmente rural, calles de tierra o de adoquines con las casas de colores típicas de la zona y coronadas por una iglesia fortificada blanca de la época medieval.

Como era última hora de la tarde la mayoría de turistas ya se habían ido y nos hemos encontrado un pueblo lleno de niños correteando por la calle, gallinas, gansos, y vacas que sin ayuda de nadie volvían de los pastos y se dirigían solas hasta su casa.

Iglesia fortificada en Viscri

lunes, 10 de julio de 2017

Museo Astra. Sibiu

El Museo Astra se encuentra en las afueras de la ciudad de Sibiu.

En el se encuentran edificaciones tradicionales traídas de todo el país, la mayoría de madera o piedra.

En un recorrido de unas dos horas caminando alrededor de dos pequeños lagos y rodeados de bosque podemos encontrar molinos, graneros, viviendas de pastores, de campesinos, una iglesia de madera y carruajes.

El entorno está muy bien cuidado y los edificios están agrupados por temáticas, zona de molinos, zona de artesanos, zona de pastores...

Después de 10 días en el país hemos sido capaces de reconocer en las casas del museo las principales características de las viviendas de las zonas que ya hemos visitado. Que si los pozos con caseta, las vallas trenzadas, las enormes puertas de madera de Maramures, las tejas de madera de las casas de la montaña...

Los lunes y los martes la entrada es más barata ( 12 lei los adultos y 5 los estudiantes)


Castillo de Corvin. Sibiu

Hunedoara es una ciudad industrial, con enormes fábricas de acero totalmente oxidadas y bloques de viviendas despintados de estilo soviético. Podríamos decir que es una ciudad sin ningún encanto, incluso fea.

Hunedoara. Ciudad industrial

Pero, al final de pueblo se encuentra el castillo de los Corvino, que parece sacado de un cuento de hadas. Las torres más altas son oscuras mientras que otras más bajitas encastadas en la fachada principal tienen un color clarito.

De todos los visitados en Rumanía, este es el castillo que más nos ha gustado ya que el castillo de Bran está demasiado explotado turísticamente.

Tras atravesar el puente levadizo que permite entrar en el patio principal queda patente que el castillo se fue construyendo y ampliando a lo largo de los siglos, y al empezar a recorrerlo encuentras un enmarañado laberinto de pasillos, escaleras que se cruzan, suben y bajan hacia las diferentes alas del edificio.

Aproximándonos al castillo

domingo, 9 de julio de 2017

Salina de Turda. Cluj-Napoca


Abandonamos el norte del país y nos dirigimos a la zona central, así que dejamos atrás los valles aislados y tradicionales.

Por el camino, pocos minutos antes de las diez, atravesábamos un pueblo rodeado por extensas llanuras repletas de pajares y hemos observado que la carretera estaba llena de lugareños que se dirigían hacia la iglesia, las mujeres habían cambiado las faldas y los pañuelos de colores por otras lisas y oscuras, pero igual de tradicionales y se dirigían a misa con sus mejores galas.

Unos pocos kilómetros más al sur, en Rogoz, se encuentra otra iglesia de madera  patrimonio de la humanidad donde hemos parado. En el mismo recinto hay dos iglesias, y las gallinas revolotean entre las tumbas del cementerio. Al lado de las iglesias antiguas se alza la iglesia ortodoxa nueva y estaban haciendo misa en ese momento.

Hemos entrado unos minutos a la ceremonia, donde nos ha sorprendido encontrar la iglesia repleta, en este país hay mucha devoción religiosa, y lo mucho que se arreglan para asistir a misa. En el porche de la iglesia se encontraban apiladas bastantes cajas llenas de panes, que hemos supuesto que se repartían entre los asistentes al terminar el oficio.

Iglesia de madera de Rogoz