sábado, 14 de julio de 2012

Jornada 1. Keflavik, Reykjanes, Reykjavik, Thingvellir.

Sábado, 14 de Julio de 2012.

Hoy ha sido uno de los días mas surrealistas de nuestras vidas.


La vida del turista es dura pero empezar a visitar cosas a las 5 de la mañana supera cualquier cosa. El avión ha llegado sin problemas y a tiempo (también la maleta!!). Tras comprar unas galletas en el duty free nos han dado las llaves de la caravana en la caja del parking. Nos ha costado un poco encontrarla pero enseguida nos hemos sentido como en casa. Tras pagar el parking nos hemos dirigido al cabo Gardskagi. Allí nos hemos hecho fotos de turista a las 5:00 de la mañana con un frío y un viento del caraj......



De vuelta a la caravana hemos aprovechado el parking para hacer las camas y organizar las maletas mientras los niños se echaban un rato.

Nos hemos puesto otra vez en marcha por unas carreteras desiertas hasta el "puente entre dos continentes". Un puente que une la falla que separa las dos placas intercontinentales.


Siguiendo nuestro camino por la carretera 44 se llega al punto mas al sur de la península de Reykjanes, los acantilados de Valahnukur. Los acantilados estan llenos de pájaros de diferentes especies y se ven azotados constantemente por el viento y unas olas poderosas que parece que los empujan hasta hacerlos retroceder. Desde allí hay unas vistas a un pintoresco faro en lo alto de una colina y a la isla de Eldey a 14Km de la costa.



Cerca de allí se encuentra la zona geotérmica de Gunnuhver plagada de fumarolas que nos han bañado con su vapor y su especial olor a ácido sulfídrico. Ha sido nuestro primer contacto con una zona así. Es digno de resaltar la variedad de colores del suelo negros, amarillos, anaranjados, ocres......




A veces, y sin previo aviso, la carretera desaparece y se convierte en una pista, entonces nosotros y nuestras cazuelas vamos dando botes al ritmo de los baches. La numeración de las carreteras tampoco sigue un orden lógico para conocer su estado a partir de su numeración. Nos hemos encontrado carreteras de tres dígitos en mejor estado que otras de dos.

A las 9:30 de la mañana llegamos a Grindavik, muertos de hambre y sed. Tuvimos que esperar a las 10:00 de la mañana a que abrieran el súper (en esto no se parecen a nuestros amigos tiroleses). Entre las costumbres curiosas de los supermercados islandeses, cabe destacar que los carritos no necesitan monedas y que los alimentos refrigerados se exponen en habitaciones refrigeradas de las que deseas salir rápidamente.

Después de desayunar visitamos el lago verde Grænnavatn y la zona geotérmica de Seltún.








Parecía que ya había pasado todo un día pero solo eran las 12. Tras una breve parada en Reykjavik para arreglar los papeles de la autocaravana y hacer una nueva parada en un super, empezó nuestra visita al Círculo Dorado.


Paramos para comer en un mirador al lago de Thingvallavatn y tras una siesta reparadora, por la tarde aprovechamos para visitar la zona Patrimonio Mundial de la Humanidad de Thingvellir.


Allí pudimos admirar de nuevo la falla que separa los dos continentes (aquí mucho más espectacular). Dimos un paseo a la "escondida" cascada de Oxararfoss a la que se llega por un bonito camino lleno de vegetación (al menos para los estándares del país).




Vimos la Logberg, la piedra donde se fundó el primer parlamento democrático del mundo,  presidida por una bandera del país y visitamos la Iglesia de Thingvallakirkja paseando por la llanura y cruzando los puentes del Oxará.




Tras un malentendido con el GPS, que no es Tomtona, sino Garmin, a las 10 de la noche llegamos a los pies de la cascada de Gullfoss desde donde se ve una lengua del glaciar de Langjokull. Donde cenamos y nos preparamos para pasar la primera noche. Noche, por decir algo porque luz sigue habiendo.


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