Un nuevo verano y una nueva aventura. Hay que disfrutar al máximo de cada momento que se nos regala. Aprovechando una carambola con los días de descanso y las vacaciones disponemos de tres semanas para invertirlas en una ruta por Rusia, Estonia, Letonia y Lituania. Cuatro paises que hasta hace poco más de 25 años eran terreno vedado para el turista occidental. El mapa de la ruta lo podéis ver a continuación:
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Salimos el Domingo a última hora de la noche y llegaremos a Moscú de madrugada. Tras el control de pasaportes alquilaremos un coche durante dos días, lunes y martes, para hacer una
ruta circular de unos 750 Km al norte de Moscú, visitando la cuna de Rusia, la antigua capital y otros pueblos Patrimonio de la Humanidad repletos de historia y de edificios interesantes.
El martes por la noche llegamos a un apartamento en
Moscú, muy cerca de la estación de tren desde donde saldremos tres días después en un tren nocturno hacia
San Petersburgo. Tras una estancia de tres días en la capital de los zares, nos despediremos de Rusia también por tren para llegar a Tallin, capital de
Estonia, el martes 19 a mediodía.
Pasaremos unos días en Tallin visitando la ciudad, los alrededores y el Parque Nacional de Lahemaa. Después empezamos una ruta en coche, el viernes 22, de unos 2400Km que nos llevará a visitar las tres Repúblicas Bálticas liberadas de la ocupación soviética a principios de los 90. Viajaremos hacia el oeste, por ferry a la mayor isla de Estonia, Saaremaa. Después, de nuevo en el continente, visitaremos el Parque Nacional de Sooma, última escala en Estonia.
El quinceavo día de vacaciones entraremos en
Letonia para disfrutar del Valle del Gauja, su río y sus castillos. Después nos dirigiremos a la cercana Riga, capital del país, donde disfrutaremos de su arquitectura. Tras la visita a la capital hay que visitar, muy cerca de Riga, Jurmala, la que dicen que es una de las mejores playas del Báltico y el Palacio de Rundale, cerca de Bauska al sur del país y muy cerca de Lituania.
Una vez en
Lituania, donde llegaremos el jueves 28, quedará poco tiempo para visitar la Colina de las Cruces (símbolo de la lucha contra la ocupación del país) y el parque Nacional de Zemaitija, lugar de descanso para los lituanos, con unos lagos preciosos y donde se encuentra un antiguo silo de misiles balísticos nucleares reconvertido en museo de la guerra fría. Desde aquí, al oeste del país, un largo camino por carretera para llegar a la capital, Vilnius, al este, visitando previamente Kaunas, segunda ciudad, y el Castillo de Trakai, uno de los mayores puntos de atracción turística de Lituania. Llegados aquí sólo quedará visitar la ciudad, el sábado 30, e invertir el último día de las vacaciones para volver a casa desde el Aeropuerto de Vilnius.