Camí de Sant Jaume. Tarragona a Santes Creus. Camino de Santiago. Etapa 1

Etapa demasiado larga para una primera. Los primeros kilómetros pasan por multitud de urbanizaciones y el asfalto carga mucho los pies. La anécdota ha sido tener que cruzar tres veces el río Gaià después de Aiguamurcia porque las pasarelas se habían ido con la ultima riada.

Un buen madrugón para tomar el autobús hasta el cementerio y poder empezar a caminar justo con la salida del sol porque van a ser muchas horas de camino. Allí el cartel azul y amarillo del poste de la Generalitat lo dice bien claro, "Santes Creus 32,9 Km".

Los primeros kilómetros cruzan urbanizaciones e infraestructuras de la ciudad pero la alegría de empezar el Camino y la multitud de flechas amarillas que ayudan a escoger el desvío adecuado hacen bastante llevadera esta primera parte.

Hasta El Catllar hay poco más de 9 Km y es una sensación extraña el pasar caminando por lugares a los que normalmente he ido siempre en coche. Allí he hecho la primera parada con el Castell como centinela. Hacía calor por lo que he aprovechado para cambiarme de calcetines ya que estaban un poco húmedos y no me puedo permitir acabar el primer día con ampollas en los pies.

También las primeras conversaciones con una abuela que paseaba y un jubilado que tenía la auto caravana aparcada por allí.

Saliendo de El Catllar se pasa por una antigua fábrica abandonada, unas vías antiguas, un túnel del AVE... Aunque parezca extraño es una zona donde es agradable pasear.

Llegando a Renau el paisaje cambia y se hace más rural, con las viñas tiñendo de amarillos y rojos los campos.

A partir de aquí los pueblos se van sucediendo, Vilabella, Bràfim, Vilarodona i Aiguamúrcia. Como dispongo de poco tiempo y el camino es largo hago pocas fotos para que me cundan los pasos.

Saliendo de Vilarodona una mujer que cuidaba su huerto, me advierte que los puentes sobre el Gaia se los ha llevado la última riada. ¿Qué hago? Decido seguir para investigar. Efectivamente el río está ahí y toda la riba en bastante mal estado. Afortunadamente, existen varias zonas en las que el río lleva poca agua y se puede cruzar por algunas piedras, el problema es saber por dónde sigue el camino. Con ayuda del mapa y el GPS del móvil he acabado cruzando tres veces el río pero en el camino que me ha de llevar a Aiguamúrcia, gracias a Dios.

Esta aventura ha acabado con las pocas fuerzas que me quedaban y llegar hasta el final de la etapa ha sido casi un calvario. Una vez en el monasterio un pequeño último esfuerzo para llegar al Albergue que lo tengo para mí solo. La ducha me ha quitado la mayoría del cansancio y la cena ha sido reparadora.

Aquí os dejo el perfil de la etapa y el mapa del recorrido.