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jueves, 17 de julio de 2014

Banja Luka, Zagreb. Día 14.

Ir de Sarajevo a Banja Luka, las dos ciudades más grandes de Bosnia no es una tarea fácil. La red viaria se encuentra en pésimas condiciones haciendo juego con el parque automovilístico.
Excepto unos 50 km de autopista el resto del camino son carreteras de montaña con tramos en los que hay boquetes en el asfalto.
Unido a los camioneros que conducen a 30 km/h mientras hablan por el móvil y a los automovilistas que adelantan en línea continua hacen del viaje una experiencia que acaba con los nervios de cualquiera.

Eso sí, el paisaje es precioso, montañas de vegetación alpina con abetos y flores de colores con pueblos rurales llenos de pajares.


Hemos parado en Banja Luka a comer, una ciudad donde hay una bonita catedral ortodoxa y un castillo fortaleza que solo hemos visto de pasada.

miércoles, 16 de julio de 2014

Sarajevo. Día 13.

Visitar Sarajevo ha sido una lección de historia. Es famosa por muchos motivos, por ser la sede de los Juegos Olímpicos de invierno de 1984, ser una de las ciudades principales de la guerra de los Balcanes o ser la segunda ciudad en importancia en la época del imperio turco tras Estambul.

Hemos empezado en el Fuerte Amarillo ( Visegradska kapija) sobre una colina cercana al centro histórico (en taxi desde el apartamento 3,5 €) desde donde se divisa la ciudad y ocho cementerios de lápidas blancas.



martes, 15 de julio de 2014

Mostar, Sarajevo. Día 12.

Abandonar Montenegro ha sido como hacer un viaje al pasado, teníamos que cruzar la región entre Kotor y la frontera con Bosnia-Herzegovina por el interior, una región montañosa. Mientras atravesábamos aldeas con pajares nos hemos encontrado a trozos carreteras con el asfalto lleno de baches, otros donde la calzada se estrechaba y las líneas desaparecían, túneles sin iluminación, mezclado con tramos de doble carril en las zonas de subida.


Al llegar a la frontera con Bosnia-Herzegovina el panorama ha cambiado a peor. El puesto fronterizo más modesto que jamás nos habíamos encontrado estaba allí: un módulo prefabricado en la orilla de la carretera con un policía dentro y otro fuera de pie en medio de la calzada y una barrera que se levantaba a mano.