Se han acabado nuestras noches de cámping y nuestras visitas a los National Park. Volvemos a la civilización, con sus ventajas ( ducha, cama, electricidad) y sus inconvenientes ( atascos de tráfico, humo y ruidos).
La primera tarea del día ha sido desmontar, guardar o regalar todos los artilugios de cámping y la segunda llegar a San Francisco dando un poco de vuelta pues la carretera por la que teníamos que pasar estaba cortada a causa de un incendio.
Al llegar a la bahía de San Francisco hemos salido de la autopista en Castro Valley para poder decir que habíamos estado en el pueblo de nuestro amigo Joan Rosell y hemos aprovechado para comer.
Antes de entrar en la ciudad, en la zona montañosa y de bosque que rodea San Francisco hemos estado en el Muir Wood National Monument, un bosque de secoyas redwood. Estos árboles, a diferencia de las secoyas gigantes que hemos visto en los días anteriores, crecen en la costa de California a cotas bajas y son más altas pero con tronco menos grueso. Hemos recorrido un sendero señalizado por un bosque muy húmedo, lleno de helechos, secoyas y arbustos de muchas clases.
Desde que llegamos a California habíamos experimentado dos climas diferentes: el de la alta montaña con noches frías y días calurosos, y el de la llanura interior con un calor de más de 30º. Pensábamos que la costa también iba a ser muy cálida, pero nuestra sorpresa ha sido encontrarnos con un viento frío que nos ha obligado a ponernos las chaquetas que ya habíamos guardado esta mañana en el fondo de la maleta.
Desde un mirador al lado del Golden Gate se podía contemplar la bahía, la isla de Alcatraz, el océano, la ciudad y el puente. Una imagen completa.
¡El mar, de nuevo! Después de tantos días.
El Golden Gate, con su característico color rojo, resalta sobre el azul grisáceo del mar. Junto al mirador había un fuerte abandonado que construyeron en la Segunda Guerra Mundial para proteger la bahía y que a los niños les ha gustado mucho.
Hemos cruzado el puente para entrar en San Francisco y llegar al Bed&Breakfast donde vamos a pasar las próximas dos noches, Marie's Diamond Heights. Nos hemos encontrado con una casa muy acogedora, limpia, decorada con buen gusto y con una anfitriona muy agradable.
Edgar estaba contentísimo porque iba a tener una cama para él solo, ya que siempre dormimos en hoteles en los que hay dos camas de matrimonio en la habitación.
Para cenar hemos ido a un restaurante mejicano cercano y el camarero sabía quien había marcado los goles en un partido del Barça-Atletic de Madrid que se ha disputado hace unas horas ¡cómo es posible!
Ver USA48. Yosemite NP-San Francisco en un mapa más grande
Millas del día: 260
No hay comentarios :
Publicar un comentario