Springfield es la cuna del básquet y hay un museo dedicado a este deporte. Pero cuando hemos pasado eran las 8 de la mañana y faltaban dos horas para que lo abrieran, así que es una visita que nos ha quedado pendiente.
Después de dos horas y media de autopista hemos llegado al principio de la carretera que cruza las montañas Adirondack. En los primeros kilómetros hemos encontrado campos, granjas y como siempre bosques y árboles.
Una de las granjas tenía un granero rojo precioso y nos hemos parado a verlo. Hemos estado hablando con el dueño que nos explicaba que el granero era de 1933 y que la vida aquí era dura, que en invierno llegaban a -35º C. Y debe de ser verdad porque a lo largo de la carretera hemos encontrado señales de advertencia de que podías cruzarte con motos de nieve.