Como es día de regreso, hoy no ha habido mucho que hacer. Recoger el apartamento y tirar la basura han sido las primeras actividades del día. La segunda no ha sido algo trivial, pues en los alrededores del bloque de pisos no hay ningún contenedor. Gracias a la ayuda de las vecinas, hemos descubierto que en cada rellano junto al ascensor hay una especie de escotilla que conecta directamente con los contenedores para la basura que hay en el sótano.
Una vez hechas las maletas hemos dado un pequeño paseo hasta el cabo de Laugarnestangi, al final del "paseo marítimo" de Reykjavik, para aprovechar que no llovía y que el día ha amanecido casi soleado. Allí hay un museo, Sigurjon Olarsson, con estátuas al aire libre y unas buenas vistas de la bahía y la fachada marítima de la ciudad. Esta zona está muy frecuentada por turistas ya que un poco más allá sale el ferry a la isla de Videy.
Este edificio es otro ejemplo de que loa laboratorios de Mazinger Z se han trasladado a Islandia. ;-)
Para llegar al aeropuerto cogimos un taxi hasta la BSI, estación de autobuses internacional, (2000 kr) y allí el flybus, que en 45 minutos llega al aeropuerto (1950 kr los adultos, 975 kr Edgar y gratis para Hugo).
Y en el aeropuerto, pues lo de siempre: facturar, control de seguridad en el que hay que quitarse los zapatos, paseo por las tiendas Dutyfree, embarque puntual y viaje hasta Barcelona.
Que bien, salir a la calle, de noche, con manga corta. Una vez recogido el coche, autopista hasta casa. Dejamos todas las maletas en el comedor, ya que mañana será otro día y a la camita, que son las 2:00 am.
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