Chicago es una ciudad con una enorme área metropolitana llena de autopistas siempre colapsadas. Afortunadamente al entrar en el centro el panorama cambia radicalmente y te encuentras una ciudad a la orilla del lago Michigan (otro de los grandes lagos) con calles anchas dispuestas en cuadrícula donde los parques comparten el espacio con edificios art-decó y rascacielos modernos.
En 1871 hubo un gran incendio que arrasó todo el centro de la ciudad. Las autoridades decidieron dejar de construir casas de madera y volver a reconstruir con edificios de piedra o metal.
Por esta razón hay muchísimas edificaciones de finales del S.XIX y principios del S.XX que le dan un aire neogótico colorido, como recién salido de una película de Batman. Que una parte del metro no sea subterráneo sino que pase elevado por encima de estructuras metálicas ayudan a crear esta sensación de ciudad anclada en el pasado.
Las visita nos ha gustado mucho más de lo que esperábamos. Hasta ayer Chicago sólo nos sonaba a ciudad de la mafia, pero hemos visto que es un lugar con carácter propio.
La torre Sears (ahora llamada torre Willis) con 443,17 m es el edificio más alto de USA aunque en breve será desbancado por el nuevo World Trade Center que se está construyendo en la zona cero (http://momasdeviaje.blogspot.com/2013/07/dia-11-new-york.html)
Junto a este rascacielos está el Lou Mitchell's, el restaurante en el que hay que coger energías para empezar desde su puerta la ruta 66. Como nosotros ya habíamos desayunado en el hotel solamente lo hemos visto por fuera.
Desde aquí hemos empezado un recorrido por los edificios más representativos de la ciudad, el Chicago Board of Trade,
el Rookery, de 1888 que tiene un vestíbulo que nos ha encantado.
el Rookery, de 1888 que tiene un vestíbulo que nos ha encantado.
Hemos pasado por la puerta del Art Institute y cruzando el río hemos llegado a Wrigley Building que se construyó por encargo de un fabricante de chicles,
y al Tribune Tower ¡están locos estos americanos! nos hemos encontrado con un rascacielos de estilo neogótico que tiene incrustados en la fachada decenas de trozos de monumentos famosos de todo el mundo, como por ejemplo, de la catedral de Notre-Dame, de la Gran Muralla China, del Taj Mahal, de la ciudad prohibida de Pekin, de las Torres Gemelas o del Angkor Bat de Camboya.
y al Tribune Tower ¡están locos estos americanos! nos hemos encontrado con un rascacielos de estilo neogótico que tiene incrustados en la fachada decenas de trozos de monumentos famosos de todo el mundo, como por ejemplo, de la catedral de Notre-Dame, de la Gran Muralla China, del Taj Mahal, de la ciudad prohibida de Pekin, de las Torres Gemelas o del Angkor Bat de Camboya.
Mientras paseábamos íbamos viendo otras muchas otras edificaciones de las que no sabemos el nombre pero que valía la pena contemplar.
La próxima parada ha sido el Milennium Park donde se encuentra la judía gigante, Cloud Gate, una escultura de plata de 110 toneladas que refleja todo lo que hay alrededor, variando los efectos creados dependiendo de la curvatura del lugar donde te mires.
Después de reinos un rato viéndonos bajitos, gordos, alargados, con dos cabezas… y de encontrarnos con el rodaje de un anuncio hemos seguido visitando el parque. Esculturas diseminadas entre los jardines, el BP Bridge con curvas sinuosas y la Crown Fountain, del diseñador catalán Jaume Plensa.
El siguiente parque ha sido el Grant Park donde está la Buckingham Fountain, a orillas del lago Michigan, muy grande y con muchos chorros pero demasiado clásica para nuestro gusto.
La biblioteca.
Luego hemos llegado al Reliance Building, el rascacielos donde Al Capone iba al dentista (súper interesante), y hemos visto las esculturas de Monument With Standing Beast y la Untitled de Picasso.
Para acabar la visita a la ciudad y por petición de Hugo nos hemos ido a las afueras a ver el United Center, el estadio donde juegan los Chicago Bulls y que tiene una estatua de Michael Jordan en la puerta con una inscripción de todos sus logros y con sus manos y sus pies grabados en el suelo.
Hemos abandonado Chicago y hemos empezado a cruzar Illinois por la US 30. Por una carretera totalmente recta, rodeados de campos de maíz, de soja y de molinos de energía eólica hemos pasado por Hinckley, el pueblo donde jugaron su primer partido los Harlem Globetrotters y hemos llegado al hotel de Rock Falls.
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