Día 12. New York

Otro día interesante y variado en NY. Lo mejor de la ciudad es que hay tantas cosas diferentes que nunca te aburres.

El simple hecho de observar a la gente en la calle ya es todo un espectáculo pues hay de todas las razas, colores y estilos. El espectáculo se ve completado por los taxis amarillos que no dejan de pasar.

El día se lo hemos dedicado a Midtown Manhattan, la parte más comercial de la ciudad. 

Primera parada: Empire State Building, no costaba nada imaginarse a King Kong trepando por los salientes del edificio y a la chica gritando. Parece increíble que lo construyeran en poco mas de un año.

Todas las calles estaban llenas de tiendas, algunas de grandes cadenas y otras que no conocíamos. Daban ganas de comprarlo todo. Esta ciudad es una locura, en cuanto te descuidas te has gastado una pasta.

De allí hemos ido caminando al Flatiron, ese edificio tan estrechito en una de sus fachadas. Fue el primer edificio de estructura de acero de la ciudad y el más alto hasta 1909.

Luego hemos visitado el paraíso de las reposteras, la tienda NY Cake, en 56 West 22nd St. Es una tienda con todo lo que te puedas imaginar para hacer pasteles: cortadores de galletas, moldes y envoltorios de bombones, un montón de colorantes y aromas, moldes de pasteles, azúcares y bolitas de colores, papeles de cupcakes, fondant, chocolate de colores…. y un largo etcétera de cacharritos varios. Daban ganas de comprarlo todo pero Estela ha sabido resistirse y sólo gastarse 47$.

La siguiente visita era el Rockefeller center, un complejo de varios rascacielos conectados por galerías subterráneas de varios niveles que albergan tiendas de todo tipo. Levantado en los años 30 fue el precursor de los centros comerciales.

Uno de los rascacielos tiene un mirador de 3 plantas en su parte más alta al que se puede acceder previo pago de la entrada. Hemos subido en 45 segundos al piso 67 en ascensor y luego se podía subir 2 pisos más. Las vistas de toda la ciudad son impresionantes y la vista al Empire State building perfecta. Por eso hemos decido subir aquí, para poder ver el Empire State.

Aquí es donde en Navidad se pone el famoso árbol y la pista de patinaje de NY. Ha sido todo un espectáculo también ver como sobre las 12 h.  los trabajadores de las múltiples oficinas que albergan estos edificios y otros de la zona salían de trabajo, compraban comida en "furgonetas ambulantes" aparcadas sobre la acera y se la comían en los bancos de la calle o en algunas zonas que hay en la ciudad con mesas y sillas como si fueran de bar, pero que son de uso público.

En los bajos de uno de los edificios está la tienda Lego: chulísima. Puedes comprar, además de Legos en caja, piezas a granel y está toda decorada con figuras de Lego, como un dragón chino que recorre el techo de toda la tienda, una maqueta grandiosa del Rockefeller Center con cientos de muñequitos por todos sitios, una manzana también muy grande o el logo de la marca hecho con muñequitos Lego. 

Como ya teníamos hambre hemos ido a comer a Times Square, todo lleno de luces de neón, de paneles en los que se proyectan letras e imágenes, dan las noticias, o anuncian cualquier cosa. Hasta las letras de la entrada de metro se encienden y se apagan.

Hemos comido en el Bubba Gump&Shrimp Co, un restaurante inspirado en la película de Forrest Gump, decorado con todos los detalles imaginables de la peli, cuya carta está compuesta en su mayoría por platos de gambas.

El restaurante también tiene tienda y Txus se ha comprado una de las muchas camisetas curiosas que tenían: "My mama says I'm special".

Todavía nos quedaba Grand Central Station, preciosa por fuera pero sobre todo por dentro. Tiene un aire romántico y el vestíbulo central es enorme, con un reloj muy característico y unas taquillas muy bonitas. Además el bullicio de la gente entrando y saliendo de sus mas de 100 andenes (aunque no hemos visto ni una sola vía) le da un aire muy especial.

La parte superior del vestíbulo sobre un balcón que da a la nave central la ocupa una tienda Apple. Los ordenadores son mucho más baratos que en España, pero no tienen ñ.

Al lado de la Estación está el Chysler Building, con esos arcos tan característicos en la cúspide y con unas gárgolas relucientes a varias alturas.

Y para acabar el día hemos ido a la New York Public Library, la biblioteca de la ciudad. Nos ha encantado. La sala de lectura (Rose Mary Reading Room) toda de madera, con mesas y lámparas antiguas y techos decorados también en madera es increíble. También hemos visto una Biblia impresa por Gutemberg.

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