Extremadura es la única comunidad autónoma española que todavía no hemos visitado y vamos a ver si los tópicos sobre esta región son ciertos o no.
Por el camino, al llegar a Extremadura, hemos parado en Trujillo pueblo natal de los conquistadores Francisco Pizarro y Francisco Orellana. La Plaza Mayor, porticada y de estilo barroco, en la que destacan la estatua ecuestre de Pizarro y la Iglesia de San Martín es ya una razón suficiente para parar en la ciudad.
En lo alto del pueblo se encuentra el castillo, que fue una alcazaba árabe. Hemos pasado muchísimo calor subiendo hasta el castillo a las 5 de la tarde, desde lo alto de la colina se divisan los paisajes de tierra amarillenta de los alrededores.
Varias iglesias, un convento, la casa natal de Pizarro y varias callejuelas que serpentean montaña arriba han completado la visita a la localidad.
Nuestro siguiente destino ha sido Zafra donde nos esperaban nuestros amigos. Hemos paseado por el pueblo visitando la calle Sevilla que es la arteria comercial de la localidad, la plaza Chica y la plaza Grande y el Parador de Turismo, situado en el castillo-palacio de los duques de Feria del siglo XV.
Para acabar el día hemos llegado finalmente a Higuera la real, un pequeño pueblo extremeño con aires andaluces. Casas blancas de dos alturas y calles estrechas conforman el entramado del pueblo con mucho encanto.
Allí nos hemos instalado en la casa de la familia de Rosa, una construcción tradicional, con el patio, la cuadra y la porquera al fondo de la casa. La vivienda es muy acogedora y está totalmente remodelada con muy buen gusto, respetando la decoración típica de la zona.
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