Como en una hora ya estábamos, nos hemos ido a visitar Feldkirch en Voralberg. Una ciudad medieval que estaba llena de perroflautas (con todo el respeto por esta opción vital) porque había una feria de acróbatas y magos, nos hemos ido encontrando por las calles diferentes actuaciones. Cuando hemos llegado hacía sol pero al entrar en la plaza principal ha empezado a llover con ganas y han tenido que cerrar el mercadillo. Hemos encontrado un restaurante italiano para guarecernos de la lluvia donde hacían unas pizzas estupendas pero demasiado grandes.
Al acabar de comer no llovía y hemos aprovechado para visitar un poco mejor el pueblo, hemos subido al castillo que está muy cuidado, en especial el patio de armas. Tiene un par de restaurants además de unas buenas vistas del pueblo, ha merecido la pena subir.
Por la tarde nos hemos acercado a Liechtenstein, nuestro quinto país en estas vacaciones (Francia, Suiza, Austria y Alemania). Vaduz es un pueblo pequeño (aunque Estela piensa que es una ciudad pequeña) con el castillo del príncipe en la montaña presidiendo el valle.
Tiene un par de calles comerciales y con los museos (el edificio del de Arte es muy chulo) y luego otras dos un poco más apartadas con casas más tradicionales y muy cuidadas y bonitas. Me ha sorprendido ver la central de Hilti en ese país tan pequeño y además he pasado por delante de las oficinas de Intamin.
Para volver hemos pasado por la Silvettra Hochalpenstrase (11.50€ de peaje). Es una carretera panorámica de alta montaña. Estaba muy nublado y con niebla en las cotas altas (2000 m), una pena porque los 26 Km y las 36 curvas con sol han de ser muy, muy espectaculares.
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