Cambiamos de National Park, del Sequoia a Yosemite.
Varias personas nos habían dicho que era el National Park que más les había gustado, y creo que nosotros no podemos decir lo mismo pues varias circunstancias se han aliado contra nuestra estancia.
A finales de agosto el parque está muy seco, y más este año que parece que ha llovido poco en toda California, por lo que las cataratas, los ríos y los lagos sufren esta sequía.
Además hay un incendio en un bosque de la región y al llegar al Tunel Point, desde el que se suponía que teníamos que ver el valle en todo su esplendor, estaba todo el cielo cubierto de humo y de nubes, por lo que apenas se distinguían las montañas del fondo. Todo el valle glaciar, de paredes verticales con el bosque en la parte baja se veía turbio y desdibujado.