domingo, 9 de julio de 2017

Salina de Turda. Cluj-Napoca


Abandonamos el norte del país y nos dirigimos a la zona central, así que dejamos atrás los valles aislados y tradicionales.

Por el camino, pocos minutos antes de las diez, atravesábamos un pueblo rodeado por extensas llanuras repletas de pajares y hemos observado que la carretera estaba llena de lugareños que se dirigían hacia la iglesia, las mujeres habían cambiado las faldas y los pañuelos de colores por otras lisas y oscuras, pero igual de tradicionales y se dirigían a misa con sus mejores galas.

Unos pocos kilómetros más al sur, en Rogoz, se encuentra otra iglesia de madera  patrimonio de la humanidad donde hemos parado. En el mismo recinto hay dos iglesias, y las gallinas revolotean entre las tumbas del cementerio. Al lado de las iglesias antiguas se alza la iglesia ortodoxa nueva y estaban haciendo misa en ese momento.

Hemos entrado unos minutos a la ceremonia, donde nos ha sorprendido encontrar la iglesia repleta, en este país hay mucha devoción religiosa, y lo mucho que se arreglan para asistir a misa. En el porche de la iglesia se encontraban apiladas bastantes cajas llenas de panes, que hemos supuesto que se repartían entre los asistentes al terminar el oficio.

Iglesia de madera de Rogoz

sábado, 8 de julio de 2017

Fiesta en Maramures. Vadu Izei.

De vuelta a la casa donde nos alojamos, Pensiunea Agroturistica Raluca, en Vadu Izei, habíamos contratado un espectáculo de música y bailes tradicionales del valle de Maramures. En el comedor de la casa hemos disfrutado de 3 músicos, una cantante y 3 bailarines vestidos de trajes típicos que nos han mostrado sus costumbres festivas. Unos bailes donde se zapatea y unas canciones en las que se intercalan intensos silbidos entre la letra.

Los dueños de la casa, a los que les encanta la música tradicional, nos han traído también trajes típicos para nosotros y hemos acabado todos bailando al son de la música.


Maramures. Iglesias de Madera

Visitar los valles de la región de Maramures es como viajar en el tiempo. Casas de madera con enormes puertas de madera tallada delante de las casas, nidos de cigüeña por todos lados, casas con tejados de madera, campesinos ataviados con el traje tradicional trabajando en los campos o transportando paja con el carro de caballos, ancianas hilando lana en las puertas de su casas, y gente muy amable que sin saber idiomas se ofrece a ayudarte o simplemente a conversar con el turista e intentar explicarle sus tradiciones.

Pajar junto a la casa


viernes, 7 de julio de 2017

Maramures. Sapanta, Cementerio Feliz. Ucrania

Hoy tocaba cambio de valle. El camino hacia la región de Maramures ha sido precioso. Atravesar el parque natural de Muntii Rodnei es un regalo para la vista. El paisaje de alta montaña salpicado de florecillas de colores silvestres, las casas decoradas con cenefas o recubiertas de paneles de madera tallada, las pintorescas paradas de autobús, los graneros y los pajares configuran un sorprendente y bello entorno.

Casas típicas

Prado y pueblo en la carretera 18

jueves, 6 de julio de 2017

Suceava. Monasterios de Bucovina

En la parte norte del país los pueblos son más pintorescos, las casas no están apelotonadas como ayer y son mucho más bonitas y con encanto. Los pozos tienen una especie de caseta a menudo muy adornada para protegerlos y hemos vuelto a cruzarnos con montones de carros de caballos usados en los desplazamientos habituales de los habitantes de la región.

Hoy hemos dedicado el día a visitar algunos de los monasterios Patrimonio de la humanidad de la región de Bucovina.

Son monasterios fortificados construidos en el S.XVI en la época de amenaza de conquistas turcas y son excepcionales ya que las pinturas típicas de las iglesias ortodoxas no sólo se encuentran en el interior sino también en los muros exteriores. Estas últimas tras el paso de cinco siglos se conservan en bastante buen estado.

Paisaje rural cercano a Suceava

Carro. Medio de locomoción muy común

miércoles, 5 de julio de 2017

Targu Neamt. Moldova.

Abandonamos la costa y nos dirigimos al noreste del país. El camino a la región de Suceava ha sido largo y variado. Hemos vuelto a ver carros tirados de caballos como medio de locomoción, señoras con pañuelos en la cabeza, e incluso se nos ha cruzado un cerdo por la carretera que huía mientras su dueña le perseguía tirándole piedras.

Para cruzar el Danubio de camino al norte no existen puentes y hay que tomar un ferry en el puerto fluvial de Galati. El cartel de tarifa anunciaba los precios: 20 lei coche con conductor, 1,5 lei cada pasajero y 1 lei cada oveja.

Galati

Ferry