Maternidad de Elna y Argelers. Día 8. Volviendo a casa. Normandía en autocaravana.

Al levantarnos vemos que tenemos tiempo de visitar algún lugar antes de la frontera y Edgar sugiere ir a la Maternidad Suiza de Elna.

Es una visita muy emotiva, uno de esos lugares donde se recuerdan historias tristes pero cargadas de esperanza. Un oasis para las mujeres embarazadas que vivían en los campos de concentración en medio del sufrimiento y la miseria del exilio y la guerra. Un historia que conviene recordar, y que nos hace pensar que en muchos lugares  siguen existiendo las mismas necesidades que cubrió  maternidad de Elna en su momento.

El gobierno francés había conducido a los exiliados de la Guerra Civil a  las playas de Argelès-sur-Mer.  La   zona se cercó con alambre de espino y la custodiaban tropas coloniales. La situación era tornó caótica: no había campamentos de barracas, letrinas, cocina, enfermería ni siquiera electricidad, y comenzaron a multiplicarse los enfermos.

Las condiciones de estos campos hicieron que las posibilidades de supervivencia de un recién nacido fueran prácticamente nulas, además de significar el parto un gran peligro para las madres. La mortalidad de los recién nacidos en los campos franceses superaba el 90 %.

En este contexto Elizabeth Eidenberz, una maestra suiza que trabajaba como enfermera voluntaria de la Asociación de Ayuda a los Niños de la Guerra , se desplazó junto a los refugiados al sureste de Francia. Allí se dedicó a buscar y recoger a las embarazadas de los campos de internamiento habilitados por los franceses y logró acondicionar y abrir una maternidad en un palacete abandonado en las afueras de Elna.

Argelès-sur-Mer es nuestra última parada del viaje. Es un pueblo de casas blancas muy agradable. Hemos paseado por las calles del centro donde hoy hay mercadillo y nos ha sorprendido que hubiera puestos ambulantes de venta de somiers y colchones.

Hemos visitado el Memorial du Camp d'Argelès, un pequeño museo con paneles explicativos, objetos y un audiovisual explicando la creación de los campos de refugiados en la playa de Argelès y como malvivían en ellos los exiliados de la Guerra Civil española.

El camino hacia la república es un camino largo, como todos sabemos.

Para acabar, después de ver el museo, nos acercamos a la playa de Argelès, intentado evocar como sería vivir y dormir sobre la arena al borde del mar, tanto en los días fríos del invierno como en los calurosos del verano.