lunes, 15 de abril de 2019

Playas del desembarco americano. Pointe du Hoc, Sainte-Mère-Église, Colleville sur Mer y Saint-Laurent-sur-Mer. Día 3. Utah and Omaha Beaches. Normandía en autocaravana.

Sainte-Mère-Église es un pueblo muy pequeño que vio caer del cielo cientos de paracaidistas americanos  de la 82 y la 101 Aerotransportadas la noche del 5 al 6 de julio de 1944 para anticiparse al desembarco del día siguiente.
El pueblo estaba ocupado por las tropas alemanas. El soldado John Marvin Steele (de la 82ª) se quedó enganchado al campanario y fue tomado prisionero por el ejército alemán. En recuerdo de esta historia una estatua de un paracaidista cuelga de la torre de la iglesia.

Además las vidrieras de la iglesia están dedicadas al desembarco de Normandía, en ellas se ve una Virgen rodeada de aviones y paracaidistas.

En el pueblo también se encuentra el Museo de las tropas aerotransportadas que nosotros no hemos visitado.

Enseguida te das cuenta que en cada pueblo de Normandía, por pequeño que sea, hay uno o varios museos de temática relacionada con la Segunda Guerra Mundial. A no ser que tengas un mes para visitar la zona es imposible entrar a todos.  Nuestra recomendación es elegir en total uno o dos de los más representativos y obviar el resto.

En las afueras del pueblo hay un camping en el que aunque no pernoctes puedes vaciar depósitos y llenar agua por 1 euro cada dos minutos.

Iglesia de Sainte-Mère-Église con el paracaidista

La siguiente parada ha sido el Cementerio Americano. Se encuentra junto a la playa, es enorme y con un césped perfecto en el que se erigen miles de tumbas, cruces o estrellas de David, todas perfectamente alineadas.

Hemos visto el arriado de bandera por soldados americanos que se celebra diariamente a las 17 h.

Playa de Omaha (Saint-Laurent-sur-Mer) junto al cementerio

Demasiadas cruces. Never again





Muy cerca de la salida del Cementerio Americano se encuentra el Overlord Museum, dedicado especialmente a vehículos militares, armamento y recreación de escenarios a tamaño natural del desembarco. No hemos entrado pero hemos dado una vuelta por la zona exterior donde hay varios tanques expuestos.




Queríamos visitar las trincheras de Grandcamp-Maisy, unas baterías del regimiento de artillería alemán que se ha conservado casi intactas porque permanecieron ocultas y enterradas hasta 2004. Cuando hemos llegado ya habían cerrado, pues el horario es de 10 a 16 horas.

Así que nos vamos al Cementerio alemán, éste con las cruces de piedra marrón. A esta hora no hay casi nadie y caminamos entre las cruces clavadas en el suelo.

En todas ellas se encuentra grabado el nombre, fecha de nacimiento y de defunción de dos soldados fallecidos.
Ha sido sobrecogedor ya que la mayoría de ellas pertenecen a soldados que murieron con 18, 19 o 20 años. Pensábamos que de haber vivido aquí hace 80 años a nuestros hijos les habrían dado un arma y le habrían enviado a matar o morir a uno de estos campos de batalla.

Cementerio alemán en La Cambe




El sol ya se encuentra bajo cuando llegamos a Pointe du Hoc, uno de los escenarios claves del desembarco, situado entre las playas de Utah y Omaha.

En este lugar el día D los Rangers estadounidenses escalaron hasta la cima de los acantilados de 30 m utilizando cuerdas bajo el fuego de las fuerzas alemanas. Una vez arriba los supervivientes localizaron e inutilizaron los cañones alemanes que habían sido desplazados a otras posiciones por lo que tardaron varias horas en localizarlos.

A la largo de la costa se encuentran restos de los búnkers donde estaban situados los cañones y numerosos cráteres originados por los bombardeos aliados.

Ahora todo el recorrido está cubierto de vegetación y se escucha el tranquilo rumor del mar y de las aves que habitan en los acantilados. 









Pointe du Hoc









Al anochecer llegamos a la Playa de Omaha para ver el monumento Les Braves. Es una escultura que simula las alas de la libertad brotando de la arena y el agua y se compone de tres elementos: Las alas de la esperanza, La libertad primero, Las alas de la fraternidad.
Junto a la playa y la escultura hay una explanada bastante grande para aparcar pero está prohibido pasar la noche. Subimos hasta lo alto del pueblo, Saint-Laurent-Sur-Mer, donde se encuentra la iglesia y pasamos la noche en el aparcamiento del templo.







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