21de Agosto, Martes
Nos hemos despertado en Duncansby Head con el mar de fondo y unas ovejas pastando junto a la autocaravana.
A las 7 ya estábamos caminando para acercarnos a los dos farallones que ayer vimos de lejos. Hacía bastante aire pero sorprendentemente el mar continuaba en absoluta calma.
Los acantilados de 70 m de altura son impresionantes y los dos enormes montículos en medio de la bahía, con los estratos bien visibles formados por diaclasas, que son fracturas de las rocas sin deslizamiento transversal, a diferencia de las fallas donde si que hay desplazamiento.
Los dos farallones son casi iguales, Duncansby Stacks, como acompañándose el uno al otro en medio de este mar helado. Cientos de pájaros, de la especie fulmar boreal, anidan en las paredes de los acantilados y muchos de ellos sobrevolaban sobre nosotros.