martes, 11 de julio de 2017

Biertan y Sighisoara

Cuando pensábamos que las sorpresas se habían acabado ya en este viaje porque ya estábamos en la zona más turística del país, el día nos ha deparado unas cuantas.

Al norte de los Cárpatos existe una zona que fue colonizada por los sajones en el S XII cuando el rey Húngaro Géza II invitó los sajones a instalarse en la región. La mayoría llegaron desde la Alemania occidental y a partir del S.XV ante la amenaza de invasiones turcas fortificaron las poblaciones y las iglesias.

Ayer, en Sibiu, ya nos dimos cuenta de que la arquitectura era muy parecida a la de las ciudades alemanas y austriacas.

Hemos tomado una carretera secundaria para ir de Sibiu a Biertan pasando por Hosman, Alțâna, Agnita y, por error, por Ruja. Hileras de casas de colores se alinean a lo largo de la carretera en todos los pueblos de la región. La mayoría tienen tejados a cuatro aguas con tejas redondas, tres ventanas en la fachada y un gran portón que es la entrada al patio interior, que comunica con el granero de la parte posterior de la casa.

En muchos de estos pueblos hay un gran porcentaje de población gitana ya que el valle quedó prácticamente despoblado hace unos años y ellos se asentaron en los pueblos vacíos. Hasta ahora apenas habíamos visto habitantes de esta etnia.

El primer pueblo en que hemos parado ha sido el de Alțâna, en el que hemos realizado una visita a la oficina de correos. El empleado buscaba los sellos dentro de una libreta junto al cenicero lleno de colillas de haber pasado la mañana fumando en la oficina.

La iglesia fortificada estaba cerrada y sólo la hemos podido ver por fuera, pero nos hemos hecho una idea de la estructura: una galería cubierta dentro de la cual están las empinadas escaleras que conducen a la iglesia y una muralla que rodea todo el recinto.

Iglesia fortificada de Alțâna
Galeria cubierta de acceso al recinto


Hemos vuelto a parar en Agnita. Aquí el recinto de la iglesia sí que estaba abierto y la iglesia se encuentra junto al colegio que también tiene torre (hay que cruzar el río/canal para llegar a la Iglesia). En este pueblo hay una amplia mayoría gitana, algunas de las mujeres vestidas con largas faldas rojas con adornos brillantes y pañuelos a juego.

Fachada en Agnita

Iglesia fortificada de Agnita



Construcción típica de la zona

Nos hemos equivocado de carretera y hemos llegado hasta Ruja, que también tiene iglesia fortificada. En este pequeño pueblecito todo el mundo nos miraba de manera rara mientras cruzábamos el pueblo y luego nos hemos dado cuenta de que era porque la carretera asfaltada se acababa allí. La carretera sigue pero sin asfaltar.

Iglesia fortificada de Ruja

Al llegar a Biertan una hermosa y enorme  iglesia fortificada rodeada por una doble muralla se alza entre coloridas casas con el tejado marrón claro y campos de pasto. La puerta de la sacristía tiene un curioso mecanismo de cierre compuesto por 19 cerrojos que vale la pena ver (entrada 10 leí persona, cierra a mediodía).

Iglesia fortificada de Biertan


Calle principa de Biertan


Circunvalando la iglesia

Desde abajo la iglesia es imponente



En la parte "trasera" de la iglesia hay unas casas preciosas


Galería cubierta para acceder a la Iglesia


Puerta con los cerrojos

Interior sobrio de la iglesia

Panorámica de Biertan

Panorámica de Biertan


Torres del recinto de la Iglesia


Tejados a 4 aguas

Panorámica de Biertan




Sighisoara es la ciudad más grande de la zona. Fundada en el siglo XII por los sajones venidos de Alemania durante la alta edad media. Hoy gracias a una conservación excelente, Sighisoara es una de las ciudades medievales mejor preservadas de Europa, lo que hizo que la UNESCO incluyese la ciudad en 1999 en su Patrimonio de la Humanidad.

Acceso a la parte alta de la ciudad de Sighisoara

Los sajones erigieron la ciudad sobre los restos de un fuerte romano el Castrum Sex. Además de su casco antiguo, repleto de casas, torres, restos de murallas e iglesias medievales, Sighisoara es famosa por ser la ciudad natal de Vlad Tepes gobernante de Valaquia entre 1456 y 1462, conocido por su violencia terrible y por ser la base del mito de Drácula.

Es imprescindible ascender al montículo en el que se encuentra la iglesia por la galería de madera que recorre toda la ladera y descansar en la plaza principal del pueblo, llena de casas de colores entre la que se haya la casa natal de Vlad Teples ( con pasaje del terror incluido) y admirar la torre del reloj cuyo mecanismo gira a las 18h desde lo alto de la que se contempla toda la ciudad y sus alrededores.


Piața Cetății

Torre del reloj y casa de Vlad Tepes

Piața Cetății, Strada Mănăstirii

Strada Mănăstirii

Desde la torre del Reloj

Desde la torre del Reloj

Desde la torre del Reloj

Turnul Cositorarilor, desde la torre del Reloj


Galeria cubierta subiendo a la iglesia

Torre vivienda junto al cementerio de la iglesia

Torre y muralla






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