viernes, 17 de agosto de 2018

Edinburgh

17 de Agosto. Viernes.

Anoche llegamos en avión a Edinburgh. Lo único que hicimos fue instalarnos en el apartamento que hemos alquilado para dos noches y intentar dormir, lo que no fue fácil de conseguir ya que se disparó la alarma antirrobo, no sabíamos como pararla y el dueño del apartamento no contestaba al teléfono.

Una vez salvados los incovenientes hemos podido dscansar un rato y levantarnos hoy temprano para aprovechar el día.

El tiempo parece que nos acompaña, hace frío pero no llueve. Vamos tan abrigados como en Tarragona en invierno, y nos sorprende ver a gente en manga corta o con sandalias. Deben pensar que si es verano ellos se visten de verano pase lo que pase.

Cerca de nuestra residencia en Corstorphine se encuentra la iglesia de la antigua parroquia con un cementerio en el que nos llama la atención una cruz labrada a modo de lápida que después descubrimos que está inspirada en los grabados de las piedras pictas (ver las siguientes entradas para más información).

Cementerio en Corstorphine


Antes de tomar nuestro taxi hacia el centro descubrimos una de las tiendas más pequeñas que hemos visto nunca dedicada a las especialidades pasteleras alemanas.


Empezamos nuestra visita a la ciudad por unos barrios residenciales un poco alejados del centro. Las calles en esta parte están casi desiertas.

La primera cosa de la que nos damos cuenta es que Edimburgo no es una ciudad para ir en bicicleta, está llena de subidas, bajadas y calles empinadas. Pero es una ciudad amable, nada de grandes bloques de edificios. Incluso las casas mas modernas estan construidas siguiendo la arquitectura tradicional, con galerías semicirculares en el salon, casas de 2 o 3 alturas, escaleritas que bajan al semisotano y jardines por todos sitios. Tampoco es que sea muy difícil mantener un jardín con este clima.

Hawthornbank Lane

Hawthornbank Lane


Callejeamos por el Dean Village, y seguimos durante unos minutos el curso del rio Leith, por la ruta del water of leith walkway. Un río tranquilo rodeado de altos arboles que discurre entre casas con encanto en cuyos tejados hay infinidad de chimeneas.



Poco a poco nos vamos acercando al New town, la parte de la ciudad con amplias calles perfectamente perpendiculares entre ellas. 




Circus Lane

Circus Lane

St Andrew square vemos un monumento a Maxwell y fotografiamos la placa al pie del monumento con sus famosas ecuaciones sobre electromagnetismo. En la plaza se encuentra el Royal Bank of Scotland. Entramos para ver su bóveda y nos sorprende gratamente. Uno de los empleados viste el traje típico escocés con kilt y por primera vez oímos a un nativo hablando escocés. Hasta ahora sólo habíamos podido interactuar con pakistaníes, italianos y polacos. Aprovechamos para cambiar unas monedas de 1 libra que ya no son de curso legal y seguimos nuestro camino hacia Calton Hill.

Royal Bank of Scotland

Edinburgh desde Calton Hill

Edinburgh desde Calton Hill

Edinburgh desde Calton Hill

Calton Hill es una colina desde donde se pueden ver vistas panorámicas de la Old Town, del puerto, del estuario del Firth y del Arthur's Seat, otro monte un poco más elevado.
La Old Town, con el castillo como fondo es impresionante desde aquí. Un enmarañado de casas de piedra oscura y el puente para acceder a ella. 
En la cima de Calton Hill hay varios monumentos conmemorativos construidos en el S.XIX, algunos de ellos de estilo griego con columnas dóricas y también una torre que es el monumento al almirante Nelson y que intenta representar un catalejo invertido.

Arthur's Seat desde Calton Hill

Observatori

Dugald Stewart Monument y Nelson Monument desde el Antiguo Cementerio de Calton

Descendemos hasta Princess Street, donde está el monumento a Sir Walter Scott. Podemos contemplar también una noria, jardines y vistas a la Old Town durante todo su recorrido. Esta calle solo tiene edificaciones en una de sus aceras lo que permite contemplar el paisaje que se encuentra al otro lado. 

Hacemos una pausa para comer e intentamos llegar hasta el extremo oeste de la New Town, caminando por George Street, pero nos damos cuenta de que es hora de ir hacia la visita que tenemos reservada al edificio del Scottish Parliament.

Princess St.

Scott Monument

Castillo de Edinburgh

Scott Monument

Entramos en la Old Town y recorremos toda la Royal Mile a paso acelerado, hasta llegar al parlamento. Es un edificio moderno diseñado por el arquitecto catalán Enric Miralles, después de que en 1998 Escocia recuperase su parlamento y algunas facetas de autogobierno después de 300 años.

El edificio es muy original, construido con materiales locales y con grandes cristaleras para representar la transparencia con la que se quiere gobernar. Realizamos una visita guiada en la que somos los únicos no británicos del grupo y en la que nos explican la historia del parlamento escocés y del edificio. 

Parlamento escocés



Sala de plenos


Junto al parlamento se encuentra el palacio de Holyroodhouse. 

Palace of Holyroodhouse

Volvemos a pasar por la Royal Mile, ahora de subida y sin prisas. La calle está llena de tiendas de faldas escocesas, bufandas de tartán y tiendas de recuerdos. A lo largo de la calle se abren pequeños túneles llamados close, son puertas estrechas en forma de arco que dan a patios interiores o a callejuelas estrechas.

Edificio en la Royal Mile

Close

En la parte mas alta de la calle, a la altura de la catedral nos encontramos con multitud de espectáculos callejeros del Fringe festival que se celebra en la ciudad en agosto simultáneamente con el Festival internacional de Edimburgo. Cómicos, malabaristas, marionetas, teatro, esculturas humanas. Todo vale en esta ciudad bulliciosa donde hoy, viernes tarde, la gente también se agolpa en los pubs.


Nos desviamos para ver la Cockburnt St, y volvemos a Royal Mile por el estrecho Anchor close. Entramos en la catedral de Saint Giles y perdemos un poco el rato en la Parliament square viendo a un malabarista con palos de fuego. Bajamos hasta Cowgate buscando The Elephant House, el pub donde J.K Rowling escribió buena parte de los dos primeros libros de Harry potter. Finalmente lo encontramos en la calle que continua desde le George IV Bridge. El Elephant House está lleno de seguidores de la saga. Aunque ninguna parte de los libros transcurre explícitamente en Edimburgo, cuando se conoce la ciudad se ve claramente que los edificios de piedra oscura, tejados escalonados, puentes y callejones le sirvieron de inspiración para describir e inventar los escenarios de sus novelas.

Cockburnt St.


Pasamos por Victoria Street, y nos encanta. Las casas de colores de esta calle curvada contrastan con los edificios oscuros de la parte superior y el castillo sobre ellos. Está llena de gente y al llegar a la parte baja, en la esquina con Grassmarket nos encontramos Una silent disco, donde un numeroso grupo de gente de todas las edades baila con auriculares, amenizados por un chico que dirige la sesión.

Victoria St.



Volvemos a Royal Mile con la intención de visitar el último trozo de la calle y llegar al castillo, pero para nuestra decepción va a empezar un espectáculo del festival en las gradas que hay en la plaza de entrada al castillo y la calle está cerrada.

Así que tomamos calle abajo hacia la New Town y buscamos un pub para tomarnos algo. Todos los bares tienen un vigilante en la puerta y nos dicen que como Hugo es menor de edad no puede entrar en un lugar donde sirvan alcohol. Tampoco podría ir a un super o a un restaurante siguiendo este razonamiento.

Enfilamos camino a Charlotte Square y finalmente conseguimos sentarnos en la terraza de un pub donde no vigila nadie y tomamos algo.

Charlotte Square no nos ha gustado mucho, el centro de la plaza está ocupado por la feria del libro, ya cerrada a las 7 de la tarde, y el palacio donde vive el primer ministro de Escocia tampoco es nada del otro mundo.

Regresamos al apartamento, nuestro podómetro nos informa que hemos caminado 12 km, tenemos los pies destrozados.



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