Tras desayunar y a la espera de que fuera hora de visitar alguna cosa hemos hecho un recorrido por las paradas de metro más interesantes.
El metro de San Petersburgo es mucho más pequeño que el de Moscú, de hecho la ciudad también lo es, y mucho más fácil de entender, entre otras cosas porque los carteles informativos están escritos en ambos alfabetos, ruso y latino y, bueno, también porque después de sobrevivir al metro de Moscú, cualquier cosa parece fácil.
La estación de Avtovo es de las más bonitas con unas columnas en cristal preciosas. El mosaico principal tiene una leyenda peculiar Miry Mir, lo que sería Mundo Mundial.
La estación de Mayakovskaya es peculiar con las paredes recubiertas por un mosaico rojo. Además el acceso a los trenes del convoy se realiza mediante puertas que están normalmente cerradas y da la sensación de estar esperando el ascensor. Es el ascensor horizontal.
Como la previsión era de lluvia durante la mañana hemos decidido visitar el Museo del Hermitage. Ya llevábamos las entradas compradas por internet, lo que nos ha ahorrado hacer la cola de la caja y la de la entrada, porque que las personas con entradas online acceden por una puerta diferente.
El museo, situado en el palacio de invierno de los zares, merece la pena ser visitado simplemente por poder contemplar el edificio por dentro. Centenares de salas con el suelo de marquetería, con las paredes y los techos adornados, amplias salas con todo tipo de ornamentos, una iglesia en la segunda planta del edificio y escaleras monumentales sorprenden durante todo el recorrido.
Hemos estado unas 3 horas contemplado las estancias imperiales, varias colecciones de cuadros europeos, obras de Leonardo, Rafael, Tiziano, Velázquez, arte egipcio, romano y griego, … El museo estaba abarrotado de gente, sobre todo de grupos siguiendo a su guía y en algún momento era difícil atravesar alguna de las salas.
También queríamos ver las galerías de pintores impresionistas, que están ubicadas en el edificio del Estado Mayor, al otro lado de la plaza, reconvertido en una extensión del Hermitage. Obras de Matisse, Kandisky, Monet, Picasso, Van Gogh, ...
En el centro de la plaza donde se encuentran ambos edificios está la columna de Alejandro, que conmemora la victoria sobre Napoleón. Debían estar muy orgullosos de esta victoria pues ayer en Moscú también vimos un arco del triunfo dedicado a lo mismo.
Al salir ya no llovía, hemos comido en un Stolle, una cadena de restaurantes donde sirven empanadas. La camarera al ver que no éramos del pais nos ha tratado bastante mal, esto nos ha pasado ya en varios lugares, que nos hemos sentido despreciados por las personas que nos atendían al dirigirnos a ellas en inglés.
El centro de San Petersburgo es una zona muy agradable, con canales que la atraviesan, puentes sobre los canales, calles anchas llenas de restaurantes, tiendas y con mucha vida. La mayoría de edificios de esta zona son de estilo neoclásico, de distintos colores pastel , con 3 o 4 pisos de altura lo que le da un aire muy acogedor a la ciudad. Existía un ley que prohibía que ningún edificio fuera más alto que el palacio de invierno, y de ahí la uniformidad del centro histórico.
Queríamos visitarla por dentro pero resulta hasta las 18 h la entrada tiene un precio y a partir de esa hora el precio se incrementa. Hemos intentado averiguar el porqué de esa diferencia ¿ que se ofrecía en el horario de tarde-noche que no se viera el resto del día ? y hemos acabado averiguando que simplemente le subían el precio porque durante los meses de verano abren más horas que en invierno y a esas horas añadidas les han puesto un precio más caro
Hemos visto otros edificios que nos han gustado. La sede rusa de la empresa de máquinas de coser Singer de art nouveau es preciosa, y le añadieron un estatua sobre la cúpula más alta para que sobresaliera del resto de edificaciones de la zona.
También hemos pasado por la catedral de nuestra señora de Kazán, que imita al Vaticano en su forma.
No hay comentarios :
Publicar un comentario