Hoy nos hemos tomado el día con tranquilidad, nos hemos levantado tarde, y hemos salido a pasear por el centro de la ciudad. El apartamento que hemos alquilado está al lado del Hermitage y muy cerca de casi todo lo que hay que ver.
Hemos vuelto a la plaza del Hermitage, ya que ayer llovía cuando estuvimos y no pudimos disfrutarla con tranquilidad, hemos ido hasta la orilla del río para poder ver la fortaleza de San Pedro y San Pablo y el río Neva.
Un poco más allá, y sin cruzar el río hemos visto el edificio del Almirantazgo, hemos paseado por los jardines que hay delante de él. Había vendedores ambulantes de souvenirs y hemos localizado uno de los souvenirs más cursis que hemos visto nunca, unas cucharas de estilo Catalina, muy adornadas y horribles.
Hemos llegado hasta la catedral de San Isaac, y hemos seguido hasta llegar al canal del río Moika, por cuya orilla hemos paseado un rato. Al lado del Puente Rojo hay otro edificio de art nouveau, unos antiguos almacenes, que nos ha gustado mucho.
Hemos vuelto a la catedral del Salvador sobre la Sangre derramada porque la queríamos visitar por dentro. Hasta este momento habíamos encontrado poca gente en la ciudad, pero al acercarnos a este monumento, y como ya era mediodía hemos vuelto a encontrarnos con una multitud de turistas, la mayoría de ellos procedentes de cruceros.
El interior de la Iglesia es increíble, todas las paredes y techos están recubiertas de pequeñas piezas de mosaicos, predominando el color dorado y el azul. Millones de pequeños azulejos conforman escenas religiosas, cientos de imágenes de santos te rodean por todas partes.
Al salir hemos seguido paseando por Nevsky Prospekt, la principal avenida de la ciudad, y encontrando sus edificios más emblemáticos. Hoy hemos comido en otra cadena de comida rápida rusa, Teremok, que nos ha gustado mucho. Ensaladas, sopas y blinis (que son como crepes) tanto dulces como salados que hacen al momento delante de ti completan la oferta de platos. Los blinis estaban deliciosos y hemos comido muy bien.
Luego hemos cogido el metro para llegar a la Fortaleza de San Pedro y San Pablo. Como hacía sol, la gente usaba como playa el césped que había junto al río, tomaban el sol y algunos se bañaban. Unos que iban en motos de agua salpicaban a los paseantes y los bañistas, algunos barcos navegaban por el río. Hemos paseado por dentro de la fortaleza que nunca se usó para defenderse sino como prisión y hemos visto la catedral que hay en su interior, aunque no la hemos visitado por dentro.
En la parte exterior de los muros de la fortaleza se estaba celebrando una feria medieval y también hemos paseado por ella un rato ojeando los puestos de artesanía y las justas a caballo.
Nos hemos dirigido hasta el barco de guerra que está anclado en el río, el Aurora, y de vuelta al metro hemos visto la Mezquita que nos ha gustado mucho, construida inspirandose en el Mausoleo de Tamerlán en Samarcanda, muy esbelta, con las cúpulas y la puerta recubierta de mosaicos azules es una preciosidad.
De vuelta a Nevsky prospekt nos hemos encontrado, que igual que ayer por la tarde, la calle estaba repleta de gente y a ratos se hacía hasta difícil pasear. Músicos callejeros, estatuas humanas, puestos de helado, perritos calientes o de mazorcas de maiz y vendedores de paseos en barca por el río rivalizan en las aceras por atraer la atención de los turistas.
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domingo, 17 de julio de 2016
San Petersburgo 2/3
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