Hemos oído en varias ocasiones la pregunta ¿cuál es la más bonita de las tres? la verdad es que es difícil compararlas ya que son de estilos totalmente diferentes.
Tras un paseo de unos 20 minutos por la orilla del río desde el apartamento, hemos llegado al centro histórico de la ciudad cruzando uno de los puentes sobre el río Mindaugo. Lo primero que hemos hecho ha sido subir hasta la torre de Gediminas, donde este monarca inició la construcción de la ciudad. Situada sobre un montículo desde allí se observan vistas de toda la ciudad y también del monumento de las 3 cruces, símbolo de la resitencia antisoviética.
Bajando el montículo se encuentra la catedral, como muchos de los edificios importantes de la ciudad es de color crema y con columnas de estilo templo griego. El campario está separado del edificio principal.
En la misma plaza hay un monumento a Gediminas, Gran Duque de Lituania del 1316 al 1341, fundó el Gran Ducado como imperio y es símbolo del Nacionalismo Lituano.
En esta plaza, frente a la Caterdral, también se encuentra marcado con una estrella el punto donde comenzó la Cadena Báltica, el evento que tuvo lugar el 23 de agosto de 1989, cuando más de un millón y medio de personas se tomaron de las manos para formar una cadena humana de más de 600 kilómetros de longitud, cruzando las tres repúblicas bálticas Estonia, Letonia y Lituania. Esta fue la cadena en la que se inspiró la Via Catalana, el acto revindicativo del 11 de setembre de 2013 en Catalunya. Alrededor de la estrella pone Stebuklas, que es milagro es lituano.
A lo largo de la Pilies Gatve y de su continuación, la Didzioji Gatve, y en las calles inmediatamente paralelas a ellas por la izquierda y la derecha se encuentran todos los edificios importantes de la ciudad, la universidad, el palacio presidencial, la iglesia de Santa Ana y el monasterio Bernardino y la iglesia de San Casimiro.
También hemos visto el palacio presidencial. Napoleón se alojó en él durante una de sus visitas a la capital y quería llevarse a París tanto el palacio como la iglesia de Santa Ana.
Hemos llegado a la plaza del ayuntamiento que ya la conocíamos de ayer y continuando un poco la calle Aušros Vartų gatvė, también hemos visto la iglesia ortodoxa del Espíritu Santo y hemos llegado a la puerta del Alba, presidida por una imagen de la virgen.
Desde allí hemos ido al barrio de Uzupis, famoso por la gran cantidad de artistas que lo habitan y porque el 1 de abril de 1997 se proclamó República independiente, con su propia constitución que está expuesta en unos paneles en 27 idiomas, con 41 artículos, algunos tan originales y curiosos como :
Todos tienen derecho a morir, pero no es su obligación.
Todos tienen derecho a ser únicos .
Todos tienen derecho a ser perezosos y a no hacer nada.
Todos tienen derecho a celebrar o a no celebrar su cumpleaños.
Allí hemos comido junto a la plaza del Ángel de Bronce en una pizzeria con una terraza fantástica recomendada por nuestra anfitriona.
La fachada del edificio ya impresiona con los nombres tallados en la piedra de todos los que no salieron de alli con vida. El museo consta de tres pisos donde se pueden visitar salas de comunicaciones, despachos, una exposición de como vivian los partisanos en el monte, sus ropas y armas. Pero lo verdaderamente espeluznanate está en el sótano, donde se encontraban las celdas donde vivían y torturaban a los prisioneros. Se puede ver como dormían, como se duchaban (una vez al mes), el olor a cerrado y a humedad junto con los pasillos de celdas donde eran torturados con diversos métodos que te van explicando en los paneles junto a cada celda, las celdas de castigo a oscuras donde todo lo que comian eran 300 gr de pan al día. Incluso el patio estaba separado en celdas y cuando salían no podían ni hablar entre ellos. Y finalmente la sala de ejecución donde te muestran un video del método que utilizaban para asesinar a los prisioneros. Toda una lección de historia que se absorve con los 5 sentidos y que deja un poco de mal cuerpo, sobre todo de pensar que no es una historia tan lejana, que la prisión estuvo operativa hasta 1980.
Para acabar el día quedaban las visitas frikis, primero unas barricadas del 1991 que se conservan junto al Parlamento de Lituania y luego tras un largo paseo por la ribera del río a una zona deportiva abandonada que ha sido colonizada por la vegetación, dando un aspecto fantasmagórico a las gradas y los edificios.
Txus también se ha acercado al cementerio de Antakalnis, Antakalnio Kapinés, donde entre otras, están las tumbas de las 21 personas que murieron en 1991 durante la dura réplica soviética con la ocupación militar de Vilna después de que este país hubiera proclamado su independencia, las tumbas de soldados polacos, las tumbas de soldados franceses napoleónicos y otras personas de importancia.
Ya sólo nos queda acabar de organizar las maletas para volver mañana a casa. Han sido 3 semanas muy variadas en las que hemos conocido un poco cuatro paises con algunas similitudes pero con muchas diferencias entre ellos, con sus costumbres y sus peculiaridades.
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