Enseguida hemos entrado en Colorado, pero el paisaje no ha variado demasiado, matorrales sobre suelo arenoso, ranchos espaciados y carteles avisando del peligro de encontrarse serpientes de cascabel.
Un par de centenar de kilómetros más adelante las montañas se han hecho más altas y frondosas, llenas de abetos y remontes de pistas de esquí. Nada que ver con el semidesierto por el que acabábamos de pasar. Las Montañas Rocosas nos mostraban su cara de picos de más de 4000 metros.
Y nuevo cambio de paisaje, otra vez matorrales pero ahora sobre montañas más altas. íbamos siguiendo la US 70 y el Río Colorado discurre paralelo a esta carretera durante un trecho. Al encontrarnos el río hemos empezado a pasar por un cañón, no el Gran Cañón que está en Arizona y que veremos dentro de una semana, sino del Glenwood Canyon.
El Río Colorado es verdaderamente colorado, el agua arrastra la arena de las montañas rojas de alrededor.
Hemos acabado el día en la piscina, jacuzzi y sauna del hotel, que de vez en cuando hay que darse un respiro.
Ver USA33. Rawlings-Carbondale en un mapa más grande
Millas del día: 315.
No hay comentarios :
Publicar un comentario