Después de que algunos se acostaran tarde viendo el 7-1 del mundial hoy nos hemos levantado con calma.
El dueño del apartamento nos ha recomendado la Punta Verudella, un cabo al sur de Pula. Teníamos ganas de ir a la playa en el Adriático porque ayer vimos que el agua es muy transparente, pero cuando hemos llegado a la primera de las playas que había en la punta nos hemos dado cuenta de que:
- la playa es de piedras grandes y no se puede ir descalzo, cosa que ya nos esperábamos por ser la tónica del país.
- soplaba un viento un poco frío
- había muchas olas
A pesar de todos estos inconvenientes había algunos osados turistas y lugareños que se disponían a pasar el día en la playa. Pero nosotros sólo hemos conseguido mojarnos los pies, alguno incluso antes de quitarse los zapatos, y ante la imposibilidad de andar sin hacernos daño y el frío que teníamos hemos decidido pasear por el bosque de la zona, ver el mar y los acantilados y llegar hasta el faro.
Ya de vuelta la coche teníamos que salir de la península de Istria, hemos pasado por la única autopista de peaje que conocemos que sólo tiene un carril por sentido. Los 15 o 20 primeros kilómetros de la autopista son de doble carril y luego de repente desaparece uno de ellos pero sigue siendo vía de pago. Al llegar a Rijeca hemos empezado bordear la costa en dirección sur hasta Senj por una carretera de costa llena de curvas desde donde veíamos el mar y enfrente durante unos 30 km siempre teníamos la isla más grande del país, llamada Krk ¡ cómo puñetas se pronuncia esta palabra que no tiene ni una vocal!
En Senj, un pueblo con un castillo muy chulo y unas murallas, hemos comido y nos hemos dirigido hacia el interior para llegar al Rakovica, al lado de los lagos de Plitvice, el parque nacional que visitaremos mañana si la lluvia nos lo permite.
No hay comentarios :
Publicar un comentario