Dentro del centro histórico está prohibida la circulación de vehículos y cuando traspasas su puente levadizo, atraviesas la muralla mientras dejas abajo el foso parece que te trasladas a otra época.
La muralla y todos los edificios están construidos con piedra, y se mezclan edificios medievales, renancentistas y góticos. Iglesias y palacios, mezclados con viviendas más austeras, comparten el protagonismo.
Por la mañana hemos recorrido sus calles y plazas, la Placa es la calle principal, pero toda la ciudad está llena de rincones que merecen la atención de los múltiples turistas que nos encontrábamos allí.
Por la tarde hemos caminado por encima de la muralla, se puede dar la vuelta a todo el recinto previo pago de la entrada ( 100 kn los adultos y 30 kn los niños).
Con esa misma entrada hemos visitado el fuerte Lovrijenac que se encuentra fuera de las murallas.
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